uso de efectivo

El uso de efectivo está cada vez más presente en nuestras sociedades

El auge de las monedas virtuales por el desarrollo de la tecnología blockchain ha acelerado una tendencia que ya estaba en marcha en el sistema monetario internacional: la progresiva sustitución del dinero físico por el virtual, sin embargo, la realidad es que el uso del efectivo no para de crecer y, lejos de tener un carácter residual, cada vez está más presente en nuestras sociedades.

Los datos desmontan el mito de que el efectivo tiende a desaparecer. Los investigadores del Banco Central Europeo (BCE) Henk Esslink y Lola Hernández publicaron un documento en noviembre de 2017 que no deja lugar a dudas sobre las preferencias de los hogares por el cash en el Viejo Continente: casi el 80% de todas las transacciones en puntos de venta se realizan en efectivo, representando el 54% del valor total de todos los pagos en la eurozona. En concreto, la demanda de efectivo ha aumentado desde el 7% del PIB en el año 2000, hasta el 9% en 2016 en una muestra de 50 países en la que los mayores incrementos se han registrado en Hong Kong y Japón.

El dinero físico tiene su función y razón de ser, por lo que es demandado y utilizado por los ciudadanos de forma masiva porque es un medio de pago universal y garantiza la privacidad.

Si centramos la mirada en España, la cuestión más relevante es la resistencia cultural que todavía existe al uso del pago mediante sistemas electrónicos. “Hay una línea muy fina entre garantizar la protección de los datos y aportar servicios asociados a los mismos. Nuestras vidas están monitorizadas por los bancos y el resto de emisores de medios de pago electrónicos, y el gran reto de las autoridades públicas es establecer cuál es el límite”, señala a Forbes Eduardo Cobas, secretario general de Aproser. “Damos la bienvenida a todos los medios de pago, pero tiene que garantizarse la seguridad de su uso y la libertad de elección; llevar efectivo debe ser una decisión personal y ser protegida por los reguladores, ya que su uso es legítimo y hay poderosas razones que lo soportan”, añade el experto.

Fuente: Forbes

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