Los pagos en efectivo son una cuestión cultural de cada país

Mientras que Suecia pretende convertirse en el primer país europeo en tener una criptomoneda emitida por un banco nacional, Suiza opta por reforzar el dinero en efectivo. Lo dejó muy claro el año pasado cuando el Banco Nacional de Suiza renovó la imagen de su billete más polémico: el de 1.000 francos. Con esta decisión, los mandatarios suizos volvieron a evidenciar que sus decisiones no se ven influenciadas por las tendencias globales.

En este país el efectivo sigue siendo uno de los medios de pago preferidos por los ciudadanos. Una de las últimas encuestas realizadas por el BNS muestran que hasta en los pagos más abultados muchos suizos prefieren pagar con billetes y monedas, mientras que el pago por aplicaciones prácticamente no existe.

El vicepresidente del BNS, Fritz Zurbruegg, describió al dinero en efectivo como un «fenómeno cultural» para los suizos y agregó que el billete de 1.000 francos era lo que la gente quería. Es popular para compras de alto valor y para pagar las cuentas, además de ser un «deposito de valor».

Una cuestión cultural

¿Por qué prefieren los suizos el efectivo? Por dos razones: está considerado como parte de su cultura y la gente cree que usarlo le permite tener más control sobre sus gastos. El efectivo es más tangible que el dinero virtual. Además, el uso de tasas de interés negativo por parte del SNB ha hecho que crezca la incertidumbre sobre cómo van a actuar los bancos.

También existe el factor identificativo: los suizos se identifican con el efectivo. Se trata de una nación que valora la privacidad por encima de todo. Con la renovación del billete de 1000 francos impulsaron los pagos en efectivo y mejoraron la experiencia de los consumidores. Hasta el momento, países como Suiza valoran el anonimato y la libertad que les proporciona el efectivo, por encima de los pagos digitales.

Fuente: Periodista digital

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