Según una encuesta de la consultora GAD3 publicada por El País, el 85% de los españoles se opone a la desaparición del efectivo, con una oposición más fuerte entre los mayores de 65 años y los hogares con ingresos bajos. A pesar de la creciente popularidad de métodos de pago digitales como tarjetas y billeteras móviles, el efectivo sigue siendo valorado por su privacidad, fiabilidad y facilidad para controlar gastos. Además, la encuesta destaca que una gran parte de la población apoya iniciativas para mejorar el acceso al efectivo, como la ampliación de cajeros automáticos en áreas sin sucursales bancarias.